Hoy nos toca despedir a una parte de la historia de El Fénix. Partió a la eternidad Don José Alfredo Fiorentino, el patriarca de los canillitas, al que ni la lluvia o el frío lo hacía abandonar el reparto. Honrado, trabajador incansable, cuando aflojaba la venta arrancaba con el café en los remates y no tenía pereza en subirse a un colectivo para vender alfajores con tal de aportar un pesito a su bolsillo, o las pastas que fabricaba en su casa.

Su fallecimiento alcanza también al Club Juarense del cual era hincha fanático, lo propio de su amado River Plate y ni hablar del peronismo.

Recordamos al término de las elecciones su paso por el diario para ver cuántos votos había sacado su candidato a Intendente.

Familiero, el ser padre, marido, abuelo y bisabuelo lo desvelaba.

Más allá de algunas broncas que le acarreaban la defensa de sus ideales, "Fiore" fue un gringo honesto, querible, un buen vecino, al que vamos a extrañar.

Desde las páginas de este matutino, como no podía ser de otra manera, te despedimos con todo el cariño y el respeto que te supiste ganar. Que tengas el descanso y la paz que mereces.